14 jul 2014

Estrategia militar del Imperio Otomano

Los otomanos solían basarse en la superioridad numérica, aunque ello no significa que hiciera falta. Al frente solían estar los basi-bozuk, la infantería irregular, que era usada para hacer el primero contacto con el enemigo, después de esto. Los akıncı cargaban o bien contra la caballería enemiga o bien contra las tropas de línea enemigas.


Los jenízaros estaban en el centro de la línea de infantería, lo que daba un fuerte apoyo real y moral a las tropas adyacentes. Los jenízaros eran realmente los que ganaban las batallas, debido a su adiestramiento y disciplina.


Un elemento importante para el ejército otomano era, sin duda, las grandes piezas de artillería de las que el sultán Mahomet II dispuso. Orbón, o Urbano, era un ingeniero húngaro que diseñó y construyó en Adrianópolis la gran bombarda, un cañón de 8 metros aproximadamente, con un grosor de 20cm y un grosor de 80cm en la culata a 240cm en la boca del cañón. Se dice que podía lanzar un proyectil de 850 kilos a una distancia de 1,6 kilómetros. Podía realizar entre 100 y 120 disparos al día, estas grandes bombardas serán fundamental para el asedio de Constantinopla. [1]



También como elemento estratégico, hay que darle importancia a la flota otomana, ya que sin ella hubiera sido más difícil, o imposible, la toma de Constantinopla, debido a que tiene una función fundamental en el bloqueo a la ciudad.

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