15 jul 2014

Estrategia árabe en el contexto de la Reconquista.

Buenas de nuevo, esta vez Francisco Arellano, compañero y graduado en Historia por la Universidad de Sevilla, nos hablará sobre las tácticas militares árabes y castellano-aragonesa. Esta entrada es únicamente de la estrategia militar árabe, la siguiente entrada será de la estrategia cristiana.


El periodo comprendido entre los años 500 y 1500 de nuestra era se conoce a menudo como la “Edad de la Caballería”, aunque se trata de una descripción que podemos considerar no del todo cierta. Desde el S.VII hasta el XI, los Estados Árabes fueron el enemigo general de la cristiandad, ya fuera por la parte griega como por la parte católica, ya que privaron al Imperio de sus provincias orientales y fueron sus vecinos más peligrosos.


Los árabes eran famosos por su caballería [1] y la calidad de los caballos, aunque también destacaban por su lucha a pie, que procede de una tradición bastante forjada desde los tiempos pre-islámicos. Su infantería fue crucial en las guerras de conquistas cuando sobre camellos fueron capaces de cruzar el desierto y realizaron incursiones en las provincias bizantinas y persas desapareciendo de una manera bastante rápida, y esta habilidad fue la responsable de que sus batallas fueran más largas que de costumbre, con varios días de duración. 


En cuanto a las conquistas en territorio ibérico en el S.VII, destacaba la lucha con ejércitos europeos que pudieron influir en la táctica de su infantería. La táctica era que la caballería árabe hostigaba a los enemigos y si se daba la ocasión, la caballería pesada cargaba. Si el enemigo ya era fuerte y difícil, la caballería se retiraba hacia donde se encontraban sus apoyos de infantería, formada por bloques de pasillos para permitir el paso de esta caballería. Cada bloque estaba formado por los lanceros árabes organizados en filas, arrodillados y protegidos por escudos con el extremo de sus lanzas clavado en el suelo. Tras ellos había lanzadores de jabalinas que disparaban por encima y dañaban a las armaduras del enemigo. La infantería aguantaba a pie firme y rechazaba a la caballería del oponente que era atacada durante la retirada por la caballería árabe, y cuando era el momento, los arqueros y lanzadores de jabalinas avanzaban en formación de escaramuza para proteger a la infantería de los ataques contrarios.


Los reinos árabes de la península ibérica estaban muy relacionados con sus correligionarios del Magreb y ante la presión de los reinos cristianos, los árabes invitaban a bereberes para que lucharan en su apoyo, afianzándose esto en varias ocasiones como la primera invasión árabe, o las invasiones de los pueblos almorávides y almohades. Por ejemplo, en la invasión almorávide, las unidades realizaron incursiones con infanterías en bloques defensivos.


En cuanto a los jinetes árabes, principalmente estas tropas estaban formadas por camellos o caballos y solían realizar la guerra montada, táctica también empleada por los hunos según contaba en sus crónicas Amiano Marcelino. Lo que sí se sabe es que muchos de estos jinetes luchaban como caballería ligera, y los más pudientes luchaban con pesadas cotas de malla y con casco. En cuanto a las tácticas se refiere, su historia militar parece demostrar que fueron campañas exitosas, y acumulaban victoria tras victoria basándose en esta fuerte caballería, también apoyado por la motivación religiosa. En la historiografía ha surgido un debate acerca de otorgarle a la caballería musulmana la introducción del caballo árabe en Europa. También nos han llegado crónicas del uso de técnicas de asedio en los musulmanes como el uso del fuego griego e incluso de la emboscada para quemar los campos españoles para obligar al enemigo a salir a campo abierto.

14 jul 2014

Estrategia militar del Imperio Otomano

Los otomanos solían basarse en la superioridad numérica, aunque ello no significa que hiciera falta. Al frente solían estar los basi-bozuk, la infantería irregular, que era usada para hacer el primero contacto con el enemigo, después de esto. Los akıncı cargaban o bien contra la caballería enemiga o bien contra las tropas de línea enemigas.


Los jenízaros estaban en el centro de la línea de infantería, lo que daba un fuerte apoyo real y moral a las tropas adyacentes. Los jenízaros eran realmente los que ganaban las batallas, debido a su adiestramiento y disciplina.


Un elemento importante para el ejército otomano era, sin duda, las grandes piezas de artillería de las que el sultán Mahomet II dispuso. Orbón, o Urbano, era un ingeniero húngaro que diseñó y construyó en Adrianópolis la gran bombarda, un cañón de 8 metros aproximadamente, con un grosor de 20cm y un grosor de 80cm en la culata a 240cm en la boca del cañón. Se dice que podía lanzar un proyectil de 850 kilos a una distancia de 1,6 kilómetros. Podía realizar entre 100 y 120 disparos al día, estas grandes bombardas serán fundamental para el asedio de Constantinopla. [1]



También como elemento estratégico, hay que darle importancia a la flota otomana, ya que sin ella hubiera sido más difícil, o imposible, la toma de Constantinopla, debido a que tiene una función fundamental en el bloqueo a la ciudad.

12 jul 2014

Tropas del Imperio Otomano

Basi-bozuk [1]


Había diversidad respecto a las tropas otomanas, por un lado, estaban las tropas irregulares (mercenarios), los llamados basi-bozuk, solían usarse como tropas de guarnición en zonas no seguras o conflictivas del imperio otomano. También eran las tropas que iban en primera línea, ya que estas unidades eran la carne de cañón para desgastar a las tropas enemigas, antes de que se hiciera uso de las regulares y de los jenízaros.

Jenízaros [2]


Eran la mejor infantería otomana, estaban adiestradas en las técnicas militares y eran disciplinadas. Era la élite del ejército otomano, en época de Murad se estima que eran unos 20.000 jenízaros. Estos jenízaros eran procedentes de familias cristianas, como impuesto se daba el devshirme, y era la entrega de un hijo para que se formara militarmente, lo que daba una base militar para el ejército otomano. Los jenízaros se podrían considerar como una orden religiosa, ya que la mayoría se convertían al islam por su educación.

Estaban protegidos con una armadura de láminas y una cota de malla, pero era más ligera que los caballeros occidentales. Hacían uso de arcos, ballestas, lanzas, escudos y hachas. Más tarde harían uso de los arcabuces, destacando con maestría en este arma.

Los jenízaros eran la guardia personal del sultán, aunque posteriormente alcanzarían tal poder que funcionarían como la guardia pretoriana, se vendían al mejor postor, y amenazaban con derrocar al sultán.


Sipahi y Akıncı [3] [4]


Los sipahi, también llamados cipayos, eran la tropa de élite montada. Hacían uso de armas largas, espadas, arcos y armas de fuego, lo que daba una gran versatilidad a este tipo de caballería. Los sipahi en tiempos de paz eran los encargados de recaudar impuestos.

Los Akıncı, sin embargo, era la unidad predilecta de caballería ligera, la cual destacaba por su ferocidad y valor. Solía ser de las primeras en entrar en combate en una batalla campal.

11 jul 2014

Estrategia militar bizantina.

La estrategia militar bizantina se basaba en el uso de la caballería arquera para hostigar a las tropas enemigas, después, la caballería pesada era usada para cargar contra las formaciones enemigas, después de esto, las unidades de infantería bizantina tendrían más fácil romper la línea enemiga, ya que estarían desunidos y desorganizados. Era muy común que los bizantinos estuvieran en desventaja numérica, lo que daba lugar a usar esas tácticas.

Esto es la teoría, pero hay varios elementos que hay que tener en cuenta, ya que la caballería pesada, por su propio peso, no podía hacer cargas a gran velocidad, solían hacerla al trote, lo que ya de por sí suponía un gran empuje. Se daban ocasiones en las que una unidad pesada de infantería en formación cerrada podría desbaratar la carga de los catafractos. Aún así, la gran protección tanto del jinete tanto de la montura, hacía que aguantaran un gran tiempo contra la infantería después de realizar la carga, cosa que no podía hacer ninguna caballería de la época. La caballería solo tenía un inconveniente, no podía ir en persecución de caballería ligera, ya que era hostigada con proyectiles de esta.

En el asedio de Constantinopla también hay que tener en cuenta otros elementos estratégicamente defensivos. La muralla de Constantinopla era triple [1][2], tenía más de 6 kilómetros de longitud y un gran foso, también cerca 80 torres en el primer muro, de 8 metros de altura y 2 de ancho. También la segunda muralla, de 13 metros de altura y 5 de ancho, con cerca de 100 torres, lo que dificultaba el asedio para cualquier ejército. El único problema era que no estaba adaptada para aguantar un asedio con artillería de fuego.



También se hacía uso de una cadena en el Cuerno de Oro, lo que hacía imposible, o casi imposible, pasar una flota al otro lado. También había una muralla que la separaba del mar de 13 kilómetros de 12 metros de alto, en la cual había cerca de 300 torres. 

10 jul 2014

Ejército del Imperio Bizantino.

¡Buenas otra vez! Esta vez me voy a centrar en el ejército bizantino, el cuál se vio influido por las potencias cercanas, siendo un ejército mixto y polivalente. En las siguientes entradas trataré el tema de las Guerras otomano-bizantinas, hablaré sobre el ejército otomano, las estrategias militares del ejército bizantino y del otomano y ampliaré la entrada del asedio de Constantinopla. Por cierto, cuando utilice números entre corchetes son enlaces a imágenes del tema que estoy tratando. Espero que lo veáis interesante.

Guardia varega [1] [2]


Era la unidad de élite del Imperio Bizantino en los siglos X-XIV. Eran procedentes del norte. Los primeros varegos fueron debido a un tratado de paz con un príncipe de Kiev, que era de origen vikingo, y en el siglo X, por el dicho tratado, el príncipe aportó 6.000 hombres al emperador bizantino, todos ellos varegos. El emperador bizantino al ver la lealtad de estos varegos y la desconfianza que producían las propias tropas bizantinas por las intrigas palaciegas, los usó como guardia personal, haciendo uso de una tropa extranjera para su defensa. Fue tal la importancia de la Guardia varega, que se tuvieron que dar medidas en los países del norte para evitar la emigración, ya que una gran multitud quería unirse a la guardia. 

En un principio portaban grandes hachas de doble filo, aunque más tarde cambiarían a las espadas, más comunes. Esta unidad era de las mejores pagadas del imperio, y nunca entraron en intrigas por la propia lealtad que tenían los vikingos. Sin embargo, esta unidad desapareció a mediados del siglo XIV, aunque en el año 1400 se dan escritos en el que se consideran varegos. 


Caballería bizantina [3]


La caballería bizantina tuvo la principal importancia en el ejército bizantino, basados en los antiguos catafractos, eran unidades de caballería pesada, el precedente a la caballería pesada occidental. Tanto jinete como caballo estaban defendidos por armaduras. El jinete llevaba una armadura de escamas en el torso, una cota de malla en el rostro y bandas de metal o cuero endurecido en los antebrazos y en las piernas. También portaban escudo y casco. Los caballos llevaban una armadura que les protegía el cuello y el cuerpo, esa armadura era una cota de escamas. También en la cabeza del animal se ponía un chanfron, un casco adaptado al caballo. Las armas de los catafractos eran variadas, cada jinete portaba un arco colgado con su funda, un carcaj con 34 proyectiles, dos lanzas y una espada, lo que daba un equipo completo al jinete. Una tagma eran 400 jinetes, mientras que un drongo eran 5 tagmas, 2.000 unidades montadas. 

Había tres tipos de caballería, la primera era la ya mencionada, con armamento y armadura pesada, otra era con armadura ligera, que era para escaramuzas y arqueros a caballo, estos con mayor habilidad que los de caballería pesada. También había algunas unidades de jinetes extranjeros, en los que destacan hunos mercenarios. 

Las unidades montadas arqueras tenían una gran habilidad, podían disparar con precisión mientras iban al galope, tanto hacia adelante como hacia atrás, lo que daba una gran ventaja en huidas o retiradas, estos arqueros imitaban a los arqueros de oriente, solo que además tenían flechas con mayor poder de penetración, lo que daba dificultad a los enemigos. Estos también tenían una espada, lo que podía hacer que se usaran como caballería ligera si se requería. 

Los caballos de la caballería pesada eran procedentes de granjas de sementales de los lugares más seguros del imperio, lo que ayudaba a poder cargar con la pesada armadura, de hecho, cuando los jinetes no montaban en los caballos, les ponían las armaduras para que se adaptaran teniendo mayor resistencia.

9 jul 2014

Armas y estrategia militar de los vikingos.

Las tácticas militares de los vikingos eran bastante básicas y rudimentarias, ya que no disponían de ejército regular. Por tanto, nunca destacaron por ser grandes estrategas en la batalla, sino que basaban su éxito en los ataques rápidos y por sorpresa en los que atacaban un determinado objetivo para luego realizar una rápida huida con el botín. La escasez de ejércitos regulares y potentes en estos siglos (VIII-XI d. C), hizo que los vikingos (o nórdicos, mejor dicho) causaran estragos con estas tácticas simples que sabían ejecutar a la perfección. No obstante, cuando se tenían que enfrentar a ejércitos más organizados las probabilidades de victoria disminuían drásticamente.



La caballería vikinga era prácticamente inexistente, las batallas las realizaban a pie. El caballo era más un elemento de prestigio que un instrumento para la batalla, pues solo los dirigentes y guerreros más importantes iban a lomos de caballos. Normalmente no luchaban en formaciones regulares, existían lazos de lealtad y cohesión entre los guerreros y luchaban como una piña. Después de realizar ataques a una determinada aldea o asentamiento, en ocasiones dejaban escapar a varios aldeanos para que contasen lo que había pasado y cundiese el pánico por la región, y es que el factor miedo era otro de los factores en los que se apoyaban los vikingos.

Una vez en el campo de batalla desarrollaban varias tácticas. Por un lado tenemos la conocida como svinfylking, se trataba de una formación en ‘’V’’. En los flancos de esta formación se colocaban los guerreros más fornidos y fuertemente armados, mientras que en el centro se disponían arqueros y lanzadores de jabalina. Esta formación solía utilizarse para romper las líneas enemigas, ya que la rotura de la línea enemiga daba un importante porcentaje de victoria.





Otra de las tácticas típicas de los vikingos era la conocida como Skjaldborg, consistía en una línea de guerreros con escudo, generalmente los más jóvenes, formando un muro tras los que se disponían otra serie de guerreros que ejercían presión. Por detrás de estos se situaban otros que lanzaban lanzas, jabalinas y flechas al enemigo. La desventaja de esta formación es que muchas veces los lanzamientos se hacían completamente a ciegas debido al gran contingente amigo que tenían delante. Igualmente, el muro de escudos era otro punto crítico, pues el escudo del soldado servía de protección a él mismo y al que tenía a su lado, por tanto era fundamental que el muro no se rompiese.



En cuanto al equipamiento que utilizaban vamos a empezar hablando de las armas de ataque, en las que hay que destacar tres:

La espada: Se podría decir que era la mejor arma, aunque también era la más costosa de fabricar, por eso estaba reservada a los dirigentes y diferentes personas de prestigio. Solían ser de hojas de doble filo y la empuñadura solía estar ricamente adornada (más cuanto mayor era el rango). Las hojas solían ser de buena calidad y estaban bien afiladas, pues se solían resguardar en fundas de madera o cuero.

La lanza: Una hoja de hierro en la punta atada a un asta de madera (con medida variable). Eran armas concebidas tanto para larga como para corta distancia. Se trataba de un arma ligera, ya que hay imágenes en las que se ve a los vikingos lanzando dos lanzas a la vez.

El hacha: Sin duda el arma más asociada a los vikingos, debido a su coste, más económico que la espada, era la utilizada por la mayor parte de soldados. Las había desde hachas ligeras, con un solo filo y que permitían el uso del escudo, a hachas pesadas de doble filo en las que había que usar las dos manos y que impedían el uso del escudo. Sin embargo, a cambio conseguían un ataque devastador con cada golpe.
También fueron usados arcos, flechas y dagas, pero tenían un papel más secundario en el mundo vikingo, se optaba por otras armas arrojadizas como la jabalina.


En cuanto a equipamiento defensivo hay que señalar tres elementos:

El escudo: Es el elemento defensivo más importante, solía ser de unos 120 cm de diámetro, hechos con tablas de madera con un agujero central protegido por una plancha de metal, podían ser decorados con diferentes colores o con motivos épicos en algunos casos. Es lógico pensar que los vikingos no solo usaron el escudo de una manera defensiva, se puede imaginar por su estilo de lucha que podrían haber usado el escudo para golpear al rival o bien derribarlo para posteriormente acabar con él con el arma ofensiva.
Como equipamiento personal tenemos la cota de malla, un chaleco de aros de metal entrelazado, con un alto coste y reservado a los dirigentes y líderes. Para absorber mejor los golpes normalmente dentro de la cota de mallas se vestían con un acolchado interior.


Los cascos entre los líderes solían ser de metal, mientras que entre los soldados se daban los cascos de piel de animal, principalmente para proteger del frío. En cuanto a los cuernos en los cascos de los vikingos, forman más parte de la leyenda que de la realidad. Un arqueólogo encontró el ajuar de un nórdico y al ver los cuernos ornamentados (con los que se bebía) al lado del casco, relacionó erróneamente. Esta visión ha sido muy potenciada tanto por el cine como la literatura. 

La estrategia militar vikinga no se puede entender sin un elemento fundamental, los barcos. Los vikingos fueron excelentes marineros, lo que les permitió su expansión por Europa. Para ello construyeron barcos con numerosos avances para su época, como por ejemplo, dotar a la quilla de la suficiente solidez para aguantar un mástil o colocar el timón fijo en el lado estribor en lugar de suelto, lo que otorgaba un mayor control de la nave. Los vikingos adoptaron las velas para sus embarcaciones (se tiene constancia desde el siglo IX, aunque se piensa que podrían haber sido utilizadas ya con anterioridad), lo que redujo el esfuerzo y el tiempo de viaje. Estas velas solían darse con piel de morsa.


Las naves de guerra eran estrechas en relación a su longitud y de bajo calado, algo que era fundamental, pues les permitía atracar en cualquier bahía sin necesidad de puertos y adentrarse en los ríos. Esto hacía que las aldeas costeras fueran especialmente vulnerables a los ataques vikingos. Las naves vikingas fueron famosas porque la proa se curvaba y formaba una figura fiera, como un dragón, y de ahí el nombre de estas naves ‘’drakkar’’ que significa literalmente ‘’barco dragón’’. Se calcula que en las naves más grandes podrían haber hasta 70 remeros mas 100 tripulantes más. En cuanto a la velocidad que podían alcanzar, a remo sería entre cinco y seis nudos y a vela hasta diez. Estas naves eran lo suficientemente resistentes como para realizar viajes hasta todos los puntos de Europa. Además, hay evidencias arqueológicas de la llegada de nórdicas a Islandia, Groenlandia y Norteamérica.